miércoles, 12 de diciembre de 2012

D. José Vilaplana Blasco, visita nuestro Cole


El pasado lunes, el Obispo de   nuestra diócesis nos regaló un ratito entrañable y muy emotivo dentro de su apretadísima agenda. D. José visitó nuestro Cole y compartió una bonita jornada con los alumn@s de 4º de Primaria, niños y  niñas, que en este año de la Fe, recibirán el Sacramento de la Eucaristía por Primera Vez.
 
D. José fue maestro por un rato, explicó a estos alumn@s qué es un Obispo y qué funciones tiene, además de responder a todas aquellas preguntas que estos pequeñines inquietos le formularon.
Compartió con ellos anédotas de su labor como misionero en aquellos lugares donde se están pasando momentos muy difíiles y existe mucha pobreza.


Por último, nuestro Obispo nos obsequió con una bonita tarjeta con el Salmo 22, como recuerdo de su Visita Pastoral.

                    ¡GRACIAS D. JOSÉ POR COMPARTIR CON NOSOTROS ESTA MAÑANA!

martes, 27 de noviembre de 2012

ADVIENTO

El Adviento es el comienzo del Año Litúrgico, empieza el domingo más próximo al 30 de noviembre y termina el 24 de diciembre. Son los cuatro domingos anteriores a la Navidad y forma una unidad con la Navidad y la Epifanía.

El término "Adviento" viene del latín
adventus, que significa venida, llegada. El color usado en la liturgia de la Iglesia durante este tiempo es el morado. Con el Adviento comienza un nuevo año litúrgico en la Iglesia. El sentido del Adviento es avivar en los creyentes la espera del Señor. Se puede hablar de dos partes del Adviento:
Primera Parte
Desde el primer domingo al día 16 de diciembre, con marcado carácter escatológico, mirando a la venida del Señor al final de los tiempos;
Segunda Parte
Desde el 17 de diciembre al 24 de diciembre, es la llamada "Semana Santa" de la Navidad, y se orienta a preparar más explícitamente la venida de Jesucristo en las historia, la Navidad.
Las lecturas bíblicas de este tiempo de Adviento están tomadas sobre todo del profeta Isaías (primera lectura), también se recogen los pasajes más proféticos del Antiguo Testamento señalando la llegada del Mesías. Isaías, Juan Bautista y María de Nazaret son los modelos de creyentes que la Iglesias ofrece a los fieles para preparar la venida del Señor Jesús.

Primer Domingo: 2 de diciembre

La vigilancia en espera de la venida del Señor. Durante esta primer semana las lecturas bíblicas y la predicación son una invitación con las palabras del Evangelio: "Velen y estén preparados, que no saben cuándo llegará el momento". Es importante que, como familia nos hagamos un propósito que nos permita avanzar en el camino hacia la Navidad; ¿qué te parece si nos proponemos revisar nuestras relaciones familiares? Como resultado deberemos buscar el perdón de quienes hemos ofendido y darlo a quienes nos hayan ofendido para comenzar el Adviento viviendo en un ambiente de armonía y amor familiar. Desde luego, esto deberá ser extensivo también a los demás grupos de personas con los que nos relacionamos diariamente, como la escuela, el trabajo, los vecinos, etc. Esta semana, en familia al igual que en cada comunidad parroquial, encenderemos la primer vela de la Corona de Adviento, color morada, como signo de vigilancia y deseos de conversión.

Segundo Domingo: 9 de diciembre

La conversión, nota predominante de la predicación de Juan Bautista. Durante la segunda semana, la liturgia nos invita a reflexionar con la exhortación del profeta Juan Bautista: "Preparen el camino, Jesús llega" y, ¿qué mejor manera de prepararlo que buscando ahora la reconciliación con Dios? En la semana anterior nos reconciliamos con las personas que nos rodean; como siguiente paso, la Iglesia nos invita a acudir al Sacramento de la Reconciliación (Confesión) que nos devuelve la amistad con Dios que habíamos perdido por el pecado. Encenderemos la segunda vela morada de la Corona de Adviento, como signo del proceso de conversión que estamos viviendo.
Durante esta semana puedes buscar en los diferentes templos que tienes cerca, los horarios de confesiones disponibles, para que cuando llegue la Navidad, estés bien preparado interiormente, uniéndote a Jesús y a los hermanos en la Eucaristía.


Tercer Domingo: 16 de diciembre

El testimonio, que María, la Madre del Señor, vive, sirviendo y ayudando al prójimo. Coincide este domingo con la celebración de la Virgen de Guadalupe, y precisamente la liturgia de Adviento nos invita a recordar la figura de María, que se prepara para ser la Madre de Jesús y que además está dispuesta a ayudar y servir a quien la necesita. El evangelio nos relata la visita de la Virgen a su prima Isabel y nos invita a repetir como ella: "Quién soy yo para que la madre de mi Señor venga a verme?.

Sabemos que María está siempre acompañando a sus hijos en la Iglesia, por lo que nos disponemos a vivir esta tercer semana de Adviento, meditando acerca del papel que la Virgen María desempeñó. Te proponemos que fomentes la devoción a María, rezando el Rosario en familia, uno de los elementos de las tradicionales posadas. Encendemos como signo de espera gozosa, la tercer vela, color rosa, de la Corona de Adviento.


Cuarto Domingo: 23 de diciembre

El anuncio del nacimiento de Jesús hecho a José y a María. Las lecturas bíblicas y la predicación, dirigen su mirada a la disposición de la Virgen María, ante el anuncio del nacimiento de su Hijo y nos invitan a "Aprender de María y aceptar a Cristo que es la Luz del Mundo". Como ya está tan próxima la Navidad, nos hemos reconciliado con Dios y con nuestros hermanos; ahora nos queda solamente esperar la gran fiesta. Como familia debemos vivir la armonía, la fraternidad y la alegría que esta cercana celebración representa. Todos los preparativos para la fiesta debieran vivirse en este ambiente, con el firme propósito de aceptar a Jesús en los corazones, las familias y las comunidades. Encendemos la cuarta vela color morada, de la Corona de Adviento.
La Corona de Adviento tiene su origen en una tradición pagana europea que consistía en prender velas durante el invierno para representar al fuego del dios sol, para que regresara con su luz y calor durante el invierno. Los primeros misioneros aprovecharon esta tradición para evangelizar a las personas. Partían de sus costumbres para enseñarles la fe católica. La corona está formada por una gran variedad de símbolos:

La forma circular
El círculo no tiene principio ni fin. Es señal del amor de Dios que es eterno, sin principio y sin fin, y también de nuestro amor a Dios y al prójimo que nunca debe de terminar.

Las ramas verdes
Verde es el color de esperanza y vida, y Dios quiere que esperemos su gracia, el perdón de los pecados y la gloria eterna al final de nuestras vidas. El anhelo más importante en nuestras vidas debe ser llegar a una unión más estrecha con Dios, nuestro Padre.

Las cuatro velas
Nos hace pensar en la obscuridad provocada por el pecado que ciega al hombre y lo aleja de Dios. Después de la primera caída del hombre, Dios fue dando poco a poco una esperanza de salvación que iluminó todo el universo como las velas la corona. Así como las tinieblas se disipan con cada vela que encendemos, los siglos se fueron iluminando con la cada vez más cercana llegada de Cristo a nuestro mundo.
Son cuatro velas las que se ponen en la corona y se prenden de una en una, durante los cuatro domingos de adviento al hacer la oración en familia.
Las manzanas rojas que adornan la corona representan los frutos del jardín del Edén con Adán y Eva que trajeron el pecado al mundo pero recibieron también la promesa del Salvador Universal.

El listón rojo representa nuestro amor a Dios y el amor de Dios que nos envuelve.

Los domingos de Adviento la familia o la comunidad se reúne en torno a la corona de adviento. Luego, se lee la Biblia y alguna meditación. La corona se puede llevar al templo para ser bendecida por el sacerdote.

Sugerencias:
a) Es preferible elaborar en familia la corona de Adviento aprovechando este momento para motivar a los niños platicándoles acerca de esta costumbre y su significado.
b) La corona deberá ser colocada en un sitio especial dentro del hogar, de preferencia en un lugar fijo donde la puedan ver los niños de manera que ellos recuerden constantemente la venida de Jesús y la importancia de prepararse para ese momento.
c) Es conveniente fijar con anticipación el horario en el que se prenderán las velas. Toda esta planeación hará que las cosas salgan mejor y que los niños vean y comprendan que es algo importante. Así como con anticipación preparamos la visita de un invitado importante, estamos haciendo esto con el invitado más importante que podemos tener en nuestra familia.
d) Es conveniente también distribuir las funciones entre los miembros de la familia de modo que todos participen y se sientan involucrados en la ceremonia.
Por ejemplo:
un encargado de tener arreglado y limpio el lugar donde irá la corona antes de comenzar con esta tradición navideña.
un encargado de apagar las luces al inicio y encenderlas al final.
un encargado de dirigir el canto o de poner la grabadora con algún villancico.
un encargado de dirigir las oraciones para ponerse en presencia de Dios.
un encargado de leer las lecturas.
un encargado de encender las velas.

PREGÓN DE ADVIENTO



SUEÑO DE UN MUNDO NUEVO (Martin Luther King)
Sueño que llegará un día
en que los hombres se elevarán por encima de sí mismos,
y comprenderán que están hechos para vivir juntos, en hermandad.
Todavía sueño en aquella mañana de Navidad,
que llegará el día en que todos los negros de este país,
todas las personas de color del mundo
serán juzgadas por el contenido de su personalidad
y no por el color de la piel;
que cada hombre respetará la dignidad
y el valor de la personalidad humana.
Todavía sueño hoy
que en todos los ministerios y ayuntamientos
serán elegidas las personas que obren con justicia y misericordia,
siguiendo los pasos de Dios.
Todavía sueño hoy
que la guerra se acabará...
Llegado este día,
nos será revelada la gloria del señor
y la contemplaremos todos unidos.
Todavía sueño que con esta fe
seremos capaces de transformar los límites de la desesperación.
Con esta fe podremos anticipar el día de paz en la tierra
y de nuena voluntad para todas las personas.
Será un día glorioso:
los luceros del alba cantarán unidos
y los hijos de Dios exultarán de alegría.

ABECEDARIO DEL AÑO DE LA FE



ABECEDARIO DEL AÑO DE LA FE
Por Javier Leoz
Adquirir exacta conciencia de la fe para reanimarla, para purificarla, para confirmarla y para proclamarla.
Beber de las fuentes de la Palabra para impulsar una auténtica evangelización, con nuevos métodos y con nuevo ardor. Sólo, desde la Palabra, sabremos a quién transmitir, por qué y para qué.
Confesar y trasferir sin miedo los contenidos de nuestra fe cristiana. Presentar aquello que creemos sin dulcificaciones ni temor a ser rechazados.
Dar valor y sentido divino a la caridad de tal forma que, nuestra generosidad,sea fruto de la íntima relación con nuestra fe. Que nuestra caridad sea cristiana y no sólo humanitaria.
Estimular e incentivar a los diversos grupos existentes en la parroquia para que conozcan y profundicen más en las sagradas escrituras.
Facilitar el Sacramento de la Reconciliación como llamada a la perfección de la vida cristiana y a saborear la misericordia de Dios a través del perdón de los pecados
Gustar y consolidar la amistad con Jesucristo. Para ello, como recuerda el Papa Benedicto XVI, es necesario abandonar los desiertos excesivamente mundanos en los que se diluye nuestra vida cristiana.
Hacer de este Año de la Fe una lectura objetiva, eclesial y renovadora del Concilio Vaticano II. Alejarnos de los radicalismos (en un sentido y otro) será una oportunidad para redescubrir aquel acontecimiento eclesial que ha marco un antes y después en la vida de la Iglesia.
Irradiar con alegría la experiencia de Jesucristo muerto y resucitado mediante la recitación confiada y pública del Credo.
Jalonar toda la acción pastoral del presente Año de la Fe visualizándola en el ámbito de la caridad. El presente año, y en la coyuntura de crisis, es una oportunidad para demostrar los quilates de nuestra identidad cristiana.
Leer con más detenimientoe interés la Palabra de Dios. Debemos descubrir la necesidad de alimentarnos con la Palabra de Dios, transmitida fielmente por la Iglesia, y el Pan de la vida, ofrecido a todos los que son sus discípulos.
Memorizar como oración cotidiana el Credo. Con ello retomaremos una buena costumbre presente ya desde los inicios del anuncio evangélico.
Nostalgia de Dios. Es decir; recuperar el deleite por las cosas de Dios a través de la liturgia, de la piedad popular, de la música sacra, polifónica, canto gregoriano, los sacramentos y de la fe celebrada en comunidad.
Orar para que la Iglesia, con todos sus miembros, nos sintamos llamados a una constante conversión hacia el que es el único Salvador del mundo: Jesucristo.
Percibir los signos de los tiempos como una convocatoria a comprometernos mucho más desde nuestra condición de cristianos. No sirve ya el lamentarse o detectar el mal de nuestra sociedad. Es preciso ser sal, levadura y luz allá donde nos encontramos.
Querer y buscar espacios de reflexión, estudio y oración. Los jubileos bíblicos llevaban siempre al pueblo de Dios a la meditación sobre las acciones salvadoras de Dios y sobre el compromiso de la alianza
Resolver y abandonar la timidez apostólica en la que frecuentemente caemos los católicos. ¿Por qué no se hace sentir mucho más la voz de los cristianos en los ámbitos políticos, económicos, sociales, etc?
Sintetizar, para una mejor comprensión y conocimiento, el Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica con motivo del 20 aniversario de su publicación.
Testificar y transmitir ante las realidades que nos rodean el don de la fe. Sólo desde la experiencia, profunda y real, podremos dar razón de aquello que decimos sentir y creer.
Unir nuestra fe a la del Papa y a lade la misma Iglesia. Ésta no es otra que aquella que está basada en el cimiento de la roca de los apóstoles: una sola fe, un solo Dios y Padre.
Valorar la fe como un don recibido pero también como una tarea a realizar. La Iglesia, por sí misma, es misionera. Un miembro de la iglesia o es misionero o le falta algo a su fe: testimonio vivo de Jesucristo.
Web, blog y creatividad para hacer presente el mensaje de Jesús de Nazaret con las técnicas de los nuevos tiempos y con el tesoro que llevamos entre manos: la Nueva Evangelización.
Yuxtaponer en todo momento la fe a las opciones de cada día, la Palabra que ilumina a las decisiones
Zambullirse de lleno, como cristianos, en la vida eclesial. Colaborar con ella en aquello que podamos realizarnos y, sobre todo, estar orgullosos de pertenecer a la Iglesia Católica.

domingo, 4 de noviembre de 2012

PALABRAS MÁGICAS.

Existen tres palabras mágicas capaces de abrir cualquier puerta......... PERDÓN, POR FAVOR Y GRACIAS, pruébalas y verás que sí funcionan.

REFLEXIÓN


En muchas ocasiones nosotros nos convertimos en nuestros propios enemigos. No establecemos límites a nuestro malestar emocional y tendemos a buscar la causa del mismo en un agente externo, sea éste persona o ambiente. La realidad es que sólo nosotros podemos reconducir lo que nos pasa, aprendiendo a valorarnos por lo que somos y no por lo que no somos o no tenemos. Mirar en nuestro interior y reconocer que tanto emociones positivas como negativas nos enseñan el camino, es lo que hará que encontremos el tan ansiado equilibrio.

OTRA BONITA CANCIÓN PARA CELEBRAR ESTE DÍA

DERECHOS DE LOS NIÑ@S

jueves, 27 de septiembre de 2012

domingo, 26 de agosto de 2012

lunes, 9 de abril de 2012

¡FELIZ PASCUA DE RESURRECCIÓN!

¿PORQUÉ BUSCÁIS ENTRE LOS MUERTOS AL QUE VIVE? ¡JESÚS HA RESUCITADO! ¡ALELUYA!

sábado, 3 de marzo de 2012

SIGNOS DE LA CUARESMA



Tradicionalmente, el tiempo de Cuaresma lo asociamos con las cenizas, el desierto, los cuarenta días y el ayuno. A través de estos signos preparamos el camino que nos lleva hacia Pascua de Resurrección.

Las cenizas

Es el residuo de la combustión por el fuego de las cosas o de las personas. Este símbolo ya se emplea en la primera página de la Biblia cuando se nos cuenta que "Dios formó al hombre con polvo de la tierra" (Gen 2,7). Eso es lo que significa el nombre de "Adán". Y se le recuerda enseguida que ése es precisamente su fin: "hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella fuiste hecho" (Gn 3,19).

Por extensión, pues, representa la conciencia de la nada, de la nulidad de la creatura con respecto al Creador, según las palabras de Abraham: "Aunque soy polvo y ceniza, me atrevo a hablar a mi Señor" (Gn 18,27).

Esto nos lleva a todos a asumir una actitud de humildad ("humildad" viene de humus, "tierra"): "polvo y ceniza son los hombres" (Si 17,32), "todos caminan hacia una misma meta: todos han salido del polvo y todos vuelven al polvo" (Qo 3,20), "todos expiran y al polvo retornan" (Sal 104,29). Por lo tanto, la ceniza significa también el sufrimiento, el luto, el arrepentimiento. En Job (Jb 42,6) es explícítamente signo de dolor y de penitencia. De aquí se desprendió la costumbre, por largo tiempo conservada en los monasterios, de extender a los moribundos en el suelo recubierto con ceniza dispuesta en forma de cruz. La ceniza se mezcla a veces con los alimentos de los ascetas y la ceniza bendita se utiliza en ritos como la consagración de una iglesia, etc.

La costumbre actual de que todos los fieles reciban en su frente o en su cabeza el signo de la ceniza al comienzo de la Cuaresma no es muy antiguo.

En los primeros siglos se expresó con este gesto el camino cuaresmal de los "penitentes", o sea, del grupo de pecadores que querían recibir la reconciliación al final de la Cuaresma, el Jueves Santo, a las puertas de la Pascua. Vestidos con hábito penitencial y con la ceniza que ellos mismos se imponían en la cabeza, se presentaban ante la comunidad y expresaban así su conversión.

En el siglo XI, desaparecida ya la institución de los penitentes como grupo, se vio que el gesto de la ceniza era bueno para todos, y así, al comienzo de este período litúrgico, este rito se empezó a realizar para todos los cristianos, de modo que toda la comunidad se reconocía pecadora, dispuesta a emprender el camino de la conversión cuaresmal.

En la última reforma litúrgica se ha reorganizado el rito de la imposición de la ceniza de un modo más expresivo y pedagógico. Ya no se realiza al principio de la celebración o independientemente de ella, sino después de las lecturas bíblicas y de la homilía. Así la Palabra de Dios, que nos invita ese día a la conversión, es la que da contenido y sentido al gesto.

Además, se puede hacer la imposición de las cenizas fuera de la Eucaristía -en las comunidades que no tienen sacerdote-, pero siempre en el contexto de la escucha de la Palabra.
    

El desierto

Geográficamente hablando, es un lugar despoblado, árido, solo, inhabitado, caracterizado por la escasez de vegetación y la falta de agua.

Es el lugar donde transcurre el ayuno, considerado como desasimiento y soledad exterior e interior, para llevar, al que en él se interna, a la unión con Dios.

Los textos bíblicos en que se fundamenta esta afirmación son los cuarenta días de Moisés sin comer ni beber en la montaña del Sinaí para recibir la Ley (Ex 24, 12-18; 34) y los cuarenta días de Elias (1 Re 19,3-8). Elías vive la dureza del desierto reconfortado por la comida y bebida misteriosa, y recorre su camino superando el decaimiento de los israelitas en los cuarenta años de marcha hacia la tierra prometida. Se trata, en todos los casos, de hombres marcados por la visión de Dios al final de dicho camino. Estas narraciones nos ayudan a entender el sentido de los cuarenta días de desierto de Cristo (Primer Domingo de Cuaresma), vivido como experiencia de la tentación y encuentro íntimo con el Padre, pero, también, como preparación a su ministerio público.

Para la Biblia, el desierto es, además, una época de oración intensa. Es el lugar del sufrimiento purificador y de la reflexión, aunque también es una gracia que puede rechazarse.

De hecho, el ayuno de Moisés contrasta con el rechazo de los cuarenta años de desierto por parte del pueblo. Los cuarenta días de Moisés son el rehacer un camino de fidelidad que el pueblo no supo andar, así como los de Cristo lo son para la prueba que el Espíritu Santo permitía al tentador (Mt 4, 1).

El desierto es la geografía concreta, el espacio y el tiempo de la unión con Dios. Por eso Oseas (Os 2, 16-17) lo propone como el lugar propicio para captar su mensaje espiritual, al igual que lo hace la Iglesia con sus hijos en la Cuaresma.

Muchas veces en nuestra vida cotidiana rechazamos esos espacios de silencio y soledad porque tenemos miedo de encontrarnos con nosotros mismos y con Dios y descubrir qué lejos estamos de su proyecto sobre nosotros. Por eso, el "desierto" requiere el coraje de los humildes, de los que no tienen miedo de volver a empezar...   


El ayuno

Junto con el desierto y la oración, el ayuno parece ser una de las mediaciones privilegiadas de todo tiempo penitencial, de revisión de vida y de búsqueda sincera de Dios. Por eso, como hemos visto al referirnos al desierto, generalmente van unidos. Todos los que se retiran al desierto para encontrarse con Dios, ayunan.

Sin embargo, los profetas Joel e Isaías nos indican el verdadero sentido de esta antigua práctica penitencial:

... Vuelvan a mí de todo corazón, con ayuno, llantos y lamentos. Desgarren su corazón y no sus vestiduras, y vuelvan al Señor, su Dios. (Joel 2, 12-18)

Este es el ayuno que yo amo, oráculo del Señor: soltar las cadenas injustas, desatar los lazos del yugo, dejar en libertad a los oprimidos y romper todos los yugos; compartir tu pan con el hambriento y albergar a los pobres sin techo; cubrir al que veas desnudo... (Isaías 58, 6-9)

A la luz de sus palabras, comprendemos por qué, con el tiempo, el ayuno como abstención de comida ha cedido lugar al ayuno como símbolo y expresión de una renuncia a todo aquello que nos impide realizar en nosotros el proyecto de Dios, invitándonos a transformarlo en un gesto de solidaridad efectiva con los que pasan hambre (es decir, ayunan forzosamente), trabajando por la eliminación de toda injusticia en la vida personal y social, y por la liberación de toda opresión, explotación y corrupción.

Naturalmente, sería más fácil limitarnos a "cumplir" con el ayuno de alimentos propuesto por la Iglesia. Pero necesitamos descubrir esos "otros" ayunos como medio adecuado para cambiar lo que más nos cuesta. Tal vez se trate de hablar menos, de hacer menos gastos superfluos, de perder menos tiempo frente al televisor para entregarlo a alguien que necesite nuestra asistencia, etc.

Por eso el ayuno tiene que ir unido a la limosna, al gesto caritativo, que es también una acción preferencial de la Cuaresma, según la tradición cristiana. Si ayunáramos sólo para sufrir o demostrar que somos fuertes, estaríamos desvirtuando su verdadera finalidad.


 Los cuarenta días

La organización cuaresmal es un tiempo simbólico que hecha sus raíces en el Antiguo y en el Nuevo Testamento. Los cuarenta días de Moisés y de Elías o los cuarenta años del Pueblo elegido en el desierto no son referencias secundarias. La tradición judeo-cristiana ha visto en este número una determinada significación. Probablemente la idea más antigua sea la referencia a los años de desierto vistos como un tiempo asociado al castigo de Dios (cf. Nm 14,34; Gn 7,4. 12. 17; Ez 4,6; 29, 11-13).

En el Deuteronomio aparece una interpretacíón de los cuarenta años como el tiempo de la prueba a la que Dios somete al pueblo (Dt 2,7; 8,2-4). Son los días del crecimiento de la fe, según el Salmo 94, 10. Para los Hechos de los Apóstoles, el número cuarenta continúa siendo simbólico. Lucas divide la vida de Moisés en tres períodos de cuarenta años (Hch 7,23 y 7,30); hace referencia a los cuarenta años del reinado de Saúl (Hch 13,21); y a los cuarenta días de la Ascensión (Hch 1, 3).

Estos cuarenta días podrían, entonces, considerarse como ese "hoy" del que habla la Carta a los Hebreos al referirse al Sal 94, como ese "tiempo propicio" para escuchar la voz de Dios y no endurecer el corazón.

En efecto, nuestra relación con Dios necesita no sólo de un "espacio" adecuado (el desierto como lugar de silencio), sino también de un "tiempo" oportuno y concreto, "suficiente" para escuchar, a través de nuestra conciencia, su voz de Padre que corrige y consuela a la vez.





Bendito seas, Padre, por este tiempo tan oportuno, para la conversión y el encuentro, que Tú concedes gratis a todos tus hijos e hijas que andamos desorientados por los caminos de la vida. Bendito seas, Padre, porque llamas a cada hombre y mujer, sea cual sea su historia o su vida, a emprender cada día, de manera más personal y consciente, su compromiso de seguir a Jesús, tu Hijo y nuestro Hermano.Bendito seas, Padre, por despertarnos de nuestros dulces sueños, tan vaporosos e infecundos, por interpelarnos en lo radical de la vida, por liberarnos de nuestras falsas seguridades, por poner al descubierto nuestros ídolos secretos que tanto defendemos e intentamos justificar.Bendito seas, Padre, porque nos das tu Espíritu, el único que puede convertirnos, el único que puede darnos un corazón de hijos, el único que puede atravesar nuestros pensamientos, el único que puede guiarnos por la senda del Evangelio, el único que hace posible nuestra vuelta a tu seno.¡Bendito seas, Padre, por este tiempo tan propicio!

miércoles, 15 de febrero de 2012

No hay amor más grande...

‎"No hay amor más grande que dar la vida por los amigos".
(Juan 15,13)

PERSONAS EJEMPLARES

Compartiendo vida... Personas ejemplares

Las personas ejemplares del mundo son aquellas que han marcado historia por sus hechos concretos. 
Hay personas que son recordadas por sus hechos negativos y personas que son recordadas por el gran bien que han hecho a la humanidad.
Las imágenes de la foto inmortalizan a dos personas que pasaron por la vida de millones de seres humanos dejando una huella imborrable de amor y entrega.
Estas personas han sido para muchos de nosotros ejemplo de vida entregada hasta el extremo y por ello damos gracias a Dios.
También existen personas en nuestro entorno que son modelo, testimonio vivo de amistad, esfuerzo, valor, constancia... A ellos hoy queremos ofrecerles un canto de acción de gracias, porque... con pequeños detalles han construido grandes edificios en nosotros que han ayudado a acercarnos más a nuestro interior y a Dios.
Cuando la vida nos sonríe es fácil tener personas cerca que compartan nuestra alegría, pero cuando las cosas se ponen difíciles solo podemos contar con aquellas "grandes personas" que saben estar a cada momento, decir la palabra oportuna, escuchar, orientar, animar y acompañar.
Damos gracias por las "personas ejemplares" de nuestra vida.

Gracias, Señor.

Por todo lo que me diste en los años pasados,
gracias por los días de sol y los nublados tristes,
Por las tardes tranquilas y las noches oscuras,
por el amor y las cosas agradables y hermosas,
Por las flores y las estrellas,
Gracias por la salud y por la enfermedad,
por las penas y las alegrías.
Gracias por todo lo que me diste y por todo lo que me pediste.
Gracias Señor, por la sonrisa de Tu rostro y por la mano amiga que me mantiene fuerte
Gracias por la soledad, por el trabajo, por las inquietudes,
los temores, las dificultades  y las lágrimas.
Y por todo lo que me acerca a Ti.
¡He visto Tus manos amorosas y Tu providencia incluso en lo negativo!
Gracias por haberme conservado la vida,
por haberme dado techo abrigo y sustento.
Gracias Señor, por haberme dado amigos y seres queridos.
Gracias por todo lo que has creado, especialmente por el hombre y por la mujer,
a quienes has creado a Tu propia imagen y semejanza.
Gracias por los niños pequeños inocentes en las familias y
por las almas buenas que viven según Tu voluntad.

Gracias Señor. Gracias Señor.
Por este año y por cada uno de sus 366 días.
Estoy dispuesto Señor,  para hacer cualquier cosa que desees.
Estoy dispuesto a seguirte siempre y en cualquier circunstancia
pero Te pido fe para verte en todo y en todos,
esperanza, para que no me consterne,
y caridad para amarte cada día más a Ti y a los demás,
y permitir que seas amado por todos los que me rodean.
Dame paciencia y humildad,
desprendimiento y generosidad,
dame Señor lo que es bueno para mí y que sólo Tú sabes,
pues no se lo que es bueno para mi y no me atrevo a preguntar.
Que tenga mi corazón en alerta, el oído atento,
las manos y la mente activas
y que me halle siempre dispuesto a hacer tu Santa Voluntad con Tu gracia.
¡Señor! Derrama tus gracias y bendiciones sobre todos los que amo
y concede Tu paz al mundo entero.
Gracias Señor, Gracias Señor.

PARA MEDITAR

sábado, 28 de enero de 2012

jueves, 26 de enero de 2012

Terminada la Navidad empieza el Tiempo Ordinario.

     El tiempo del Año litúrgico que no tiene un carácter propio (Adviento Navidad, Cuaresma y Pascua) recibe el nombre de Tiempo ordinario, que abarca 33 ó 34 semanas. En este tiempo no se celebra ningún aspecto concreto del misterio de Cristo.

     Es el periodo más largo del año litúrgico, dividido en dos periodos:
1º Comienza el lunes siguiente al domingo del Bautismo del Señor hasta el martes víspera del Miércoles de Ceniza. En estos domingos, la Iglesia católica medita el Evangelio de Cristo, su predicación y vida pública durante los tres años antes de morir.

      Cada año se escoge un evangelista: Mateo es el guía para el ciclo A, Marcos para el ciclo B, y Lucas para el ciclo C. San Juan generalmente se deja para los demás tiempos litúrgicos.
Durante este tiempo se utilizan las vestiduras verdes.

     También recordamos a las personas que han seguido el camino del Amor de Jesús -los santos- y nos sirven de ejemplo como su Madre la Virgen María.

domingo, 22 de enero de 2012

LA IGLESIA

Iglesia
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DERECHOS DE LOS NIÑOS

SEGUIR A JESÚS

AQUÍ OS DEJO LA LETRA Dicen que no es moda toda esa historia del amor a la cruz y a Jesús. Dicen que no entienden a esa gente que es feliz así por Él y para ti y que no comprenden que la oración es el motor que a mí me invita a seguir. Que soy un bicho raro por que no remo para el mismo lado que dicen que debo seguir. Navego mar adentro y tan contento mientras sea Dios mi mástil y mi viento. La Estrella de los mares, Inmaculada Madre que dijo Sí y por ella sigo aquí. No se que es el tormento pues yo tengo fe en Cristo Jesús y siempre hallo consuelo. Espera un momento que no es cuento que yo vivo así y te invito a seguir! Y digo sí es posible si tu horizonte va mas allá de ti. Lo mejor de mi me lo ha dado Él Por eso grita conmigo que, Jesús es tu amigo que , su amor tu camino hoy. No dudes y síguele! Entiendo que no entiendas, quien tiene razón si hablamos de amor, hablamos de lo mismo. Dicen, dicen, digo yo solo veo un camino al frente está Dios decide por ti mismo. Son tantas experiencias que prueban su presencia que no hablar de Él seria esconderlas. No intento convencerte que cada cual despierte pero por amor te invito a conocerle. Y digo sí es posible si tu horizonte va mas allá de ti. Lo mejor de mi me lo ha dado Él por eso grita conmigo que, Jesús es tu amigo que , su amor tu camino hoy. No dudes y síguele! Y digo sí es posible si tu horizonte va mas allá de ti. Lo mejor de mi me lo ha dado Él por eso grita conmigo que, Jesús es tu amigo que , su amor tu camino hoy. No dudes y síguele!