martes, 27 de noviembre de 2012

ADVIENTO

El Adviento es el comienzo del Año Litúrgico, empieza el domingo más próximo al 30 de noviembre y termina el 24 de diciembre. Son los cuatro domingos anteriores a la Navidad y forma una unidad con la Navidad y la Epifanía.

El término "Adviento" viene del latín
adventus, que significa venida, llegada. El color usado en la liturgia de la Iglesia durante este tiempo es el morado. Con el Adviento comienza un nuevo año litúrgico en la Iglesia. El sentido del Adviento es avivar en los creyentes la espera del Señor. Se puede hablar de dos partes del Adviento:
Primera Parte
Desde el primer domingo al día 16 de diciembre, con marcado carácter escatológico, mirando a la venida del Señor al final de los tiempos;
Segunda Parte
Desde el 17 de diciembre al 24 de diciembre, es la llamada "Semana Santa" de la Navidad, y se orienta a preparar más explícitamente la venida de Jesucristo en las historia, la Navidad.
Las lecturas bíblicas de este tiempo de Adviento están tomadas sobre todo del profeta Isaías (primera lectura), también se recogen los pasajes más proféticos del Antiguo Testamento señalando la llegada del Mesías. Isaías, Juan Bautista y María de Nazaret son los modelos de creyentes que la Iglesias ofrece a los fieles para preparar la venida del Señor Jesús.

Primer Domingo: 2 de diciembre

La vigilancia en espera de la venida del Señor. Durante esta primer semana las lecturas bíblicas y la predicación son una invitación con las palabras del Evangelio: "Velen y estén preparados, que no saben cuándo llegará el momento". Es importante que, como familia nos hagamos un propósito que nos permita avanzar en el camino hacia la Navidad; ¿qué te parece si nos proponemos revisar nuestras relaciones familiares? Como resultado deberemos buscar el perdón de quienes hemos ofendido y darlo a quienes nos hayan ofendido para comenzar el Adviento viviendo en un ambiente de armonía y amor familiar. Desde luego, esto deberá ser extensivo también a los demás grupos de personas con los que nos relacionamos diariamente, como la escuela, el trabajo, los vecinos, etc. Esta semana, en familia al igual que en cada comunidad parroquial, encenderemos la primer vela de la Corona de Adviento, color morada, como signo de vigilancia y deseos de conversión.

Segundo Domingo: 9 de diciembre

La conversión, nota predominante de la predicación de Juan Bautista. Durante la segunda semana, la liturgia nos invita a reflexionar con la exhortación del profeta Juan Bautista: "Preparen el camino, Jesús llega" y, ¿qué mejor manera de prepararlo que buscando ahora la reconciliación con Dios? En la semana anterior nos reconciliamos con las personas que nos rodean; como siguiente paso, la Iglesia nos invita a acudir al Sacramento de la Reconciliación (Confesión) que nos devuelve la amistad con Dios que habíamos perdido por el pecado. Encenderemos la segunda vela morada de la Corona de Adviento, como signo del proceso de conversión que estamos viviendo.
Durante esta semana puedes buscar en los diferentes templos que tienes cerca, los horarios de confesiones disponibles, para que cuando llegue la Navidad, estés bien preparado interiormente, uniéndote a Jesús y a los hermanos en la Eucaristía.


Tercer Domingo: 16 de diciembre

El testimonio, que María, la Madre del Señor, vive, sirviendo y ayudando al prójimo. Coincide este domingo con la celebración de la Virgen de Guadalupe, y precisamente la liturgia de Adviento nos invita a recordar la figura de María, que se prepara para ser la Madre de Jesús y que además está dispuesta a ayudar y servir a quien la necesita. El evangelio nos relata la visita de la Virgen a su prima Isabel y nos invita a repetir como ella: "Quién soy yo para que la madre de mi Señor venga a verme?.

Sabemos que María está siempre acompañando a sus hijos en la Iglesia, por lo que nos disponemos a vivir esta tercer semana de Adviento, meditando acerca del papel que la Virgen María desempeñó. Te proponemos que fomentes la devoción a María, rezando el Rosario en familia, uno de los elementos de las tradicionales posadas. Encendemos como signo de espera gozosa, la tercer vela, color rosa, de la Corona de Adviento.


Cuarto Domingo: 23 de diciembre

El anuncio del nacimiento de Jesús hecho a José y a María. Las lecturas bíblicas y la predicación, dirigen su mirada a la disposición de la Virgen María, ante el anuncio del nacimiento de su Hijo y nos invitan a "Aprender de María y aceptar a Cristo que es la Luz del Mundo". Como ya está tan próxima la Navidad, nos hemos reconciliado con Dios y con nuestros hermanos; ahora nos queda solamente esperar la gran fiesta. Como familia debemos vivir la armonía, la fraternidad y la alegría que esta cercana celebración representa. Todos los preparativos para la fiesta debieran vivirse en este ambiente, con el firme propósito de aceptar a Jesús en los corazones, las familias y las comunidades. Encendemos la cuarta vela color morada, de la Corona de Adviento.
La Corona de Adviento tiene su origen en una tradición pagana europea que consistía en prender velas durante el invierno para representar al fuego del dios sol, para que regresara con su luz y calor durante el invierno. Los primeros misioneros aprovecharon esta tradición para evangelizar a las personas. Partían de sus costumbres para enseñarles la fe católica. La corona está formada por una gran variedad de símbolos:

La forma circular
El círculo no tiene principio ni fin. Es señal del amor de Dios que es eterno, sin principio y sin fin, y también de nuestro amor a Dios y al prójimo que nunca debe de terminar.

Las ramas verdes
Verde es el color de esperanza y vida, y Dios quiere que esperemos su gracia, el perdón de los pecados y la gloria eterna al final de nuestras vidas. El anhelo más importante en nuestras vidas debe ser llegar a una unión más estrecha con Dios, nuestro Padre.

Las cuatro velas
Nos hace pensar en la obscuridad provocada por el pecado que ciega al hombre y lo aleja de Dios. Después de la primera caída del hombre, Dios fue dando poco a poco una esperanza de salvación que iluminó todo el universo como las velas la corona. Así como las tinieblas se disipan con cada vela que encendemos, los siglos se fueron iluminando con la cada vez más cercana llegada de Cristo a nuestro mundo.
Son cuatro velas las que se ponen en la corona y se prenden de una en una, durante los cuatro domingos de adviento al hacer la oración en familia.
Las manzanas rojas que adornan la corona representan los frutos del jardín del Edén con Adán y Eva que trajeron el pecado al mundo pero recibieron también la promesa del Salvador Universal.

El listón rojo representa nuestro amor a Dios y el amor de Dios que nos envuelve.

Los domingos de Adviento la familia o la comunidad se reúne en torno a la corona de adviento. Luego, se lee la Biblia y alguna meditación. La corona se puede llevar al templo para ser bendecida por el sacerdote.

Sugerencias:
a) Es preferible elaborar en familia la corona de Adviento aprovechando este momento para motivar a los niños platicándoles acerca de esta costumbre y su significado.
b) La corona deberá ser colocada en un sitio especial dentro del hogar, de preferencia en un lugar fijo donde la puedan ver los niños de manera que ellos recuerden constantemente la venida de Jesús y la importancia de prepararse para ese momento.
c) Es conveniente fijar con anticipación el horario en el que se prenderán las velas. Toda esta planeación hará que las cosas salgan mejor y que los niños vean y comprendan que es algo importante. Así como con anticipación preparamos la visita de un invitado importante, estamos haciendo esto con el invitado más importante que podemos tener en nuestra familia.
d) Es conveniente también distribuir las funciones entre los miembros de la familia de modo que todos participen y se sientan involucrados en la ceremonia.
Por ejemplo:
un encargado de tener arreglado y limpio el lugar donde irá la corona antes de comenzar con esta tradición navideña.
un encargado de apagar las luces al inicio y encenderlas al final.
un encargado de dirigir el canto o de poner la grabadora con algún villancico.
un encargado de dirigir las oraciones para ponerse en presencia de Dios.
un encargado de leer las lecturas.
un encargado de encender las velas.

PREGÓN DE ADVIENTO



SUEÑO DE UN MUNDO NUEVO (Martin Luther King)
Sueño que llegará un día
en que los hombres se elevarán por encima de sí mismos,
y comprenderán que están hechos para vivir juntos, en hermandad.
Todavía sueño en aquella mañana de Navidad,
que llegará el día en que todos los negros de este país,
todas las personas de color del mundo
serán juzgadas por el contenido de su personalidad
y no por el color de la piel;
que cada hombre respetará la dignidad
y el valor de la personalidad humana.
Todavía sueño hoy
que en todos los ministerios y ayuntamientos
serán elegidas las personas que obren con justicia y misericordia,
siguiendo los pasos de Dios.
Todavía sueño hoy
que la guerra se acabará...
Llegado este día,
nos será revelada la gloria del señor
y la contemplaremos todos unidos.
Todavía sueño que con esta fe
seremos capaces de transformar los límites de la desesperación.
Con esta fe podremos anticipar el día de paz en la tierra
y de nuena voluntad para todas las personas.
Será un día glorioso:
los luceros del alba cantarán unidos
y los hijos de Dios exultarán de alegría.

ABECEDARIO DEL AÑO DE LA FE



ABECEDARIO DEL AÑO DE LA FE
Por Javier Leoz
Adquirir exacta conciencia de la fe para reanimarla, para purificarla, para confirmarla y para proclamarla.
Beber de las fuentes de la Palabra para impulsar una auténtica evangelización, con nuevos métodos y con nuevo ardor. Sólo, desde la Palabra, sabremos a quién transmitir, por qué y para qué.
Confesar y trasferir sin miedo los contenidos de nuestra fe cristiana. Presentar aquello que creemos sin dulcificaciones ni temor a ser rechazados.
Dar valor y sentido divino a la caridad de tal forma que, nuestra generosidad,sea fruto de la íntima relación con nuestra fe. Que nuestra caridad sea cristiana y no sólo humanitaria.
Estimular e incentivar a los diversos grupos existentes en la parroquia para que conozcan y profundicen más en las sagradas escrituras.
Facilitar el Sacramento de la Reconciliación como llamada a la perfección de la vida cristiana y a saborear la misericordia de Dios a través del perdón de los pecados
Gustar y consolidar la amistad con Jesucristo. Para ello, como recuerda el Papa Benedicto XVI, es necesario abandonar los desiertos excesivamente mundanos en los que se diluye nuestra vida cristiana.
Hacer de este Año de la Fe una lectura objetiva, eclesial y renovadora del Concilio Vaticano II. Alejarnos de los radicalismos (en un sentido y otro) será una oportunidad para redescubrir aquel acontecimiento eclesial que ha marco un antes y después en la vida de la Iglesia.
Irradiar con alegría la experiencia de Jesucristo muerto y resucitado mediante la recitación confiada y pública del Credo.
Jalonar toda la acción pastoral del presente Año de la Fe visualizándola en el ámbito de la caridad. El presente año, y en la coyuntura de crisis, es una oportunidad para demostrar los quilates de nuestra identidad cristiana.
Leer con más detenimientoe interés la Palabra de Dios. Debemos descubrir la necesidad de alimentarnos con la Palabra de Dios, transmitida fielmente por la Iglesia, y el Pan de la vida, ofrecido a todos los que son sus discípulos.
Memorizar como oración cotidiana el Credo. Con ello retomaremos una buena costumbre presente ya desde los inicios del anuncio evangélico.
Nostalgia de Dios. Es decir; recuperar el deleite por las cosas de Dios a través de la liturgia, de la piedad popular, de la música sacra, polifónica, canto gregoriano, los sacramentos y de la fe celebrada en comunidad.
Orar para que la Iglesia, con todos sus miembros, nos sintamos llamados a una constante conversión hacia el que es el único Salvador del mundo: Jesucristo.
Percibir los signos de los tiempos como una convocatoria a comprometernos mucho más desde nuestra condición de cristianos. No sirve ya el lamentarse o detectar el mal de nuestra sociedad. Es preciso ser sal, levadura y luz allá donde nos encontramos.
Querer y buscar espacios de reflexión, estudio y oración. Los jubileos bíblicos llevaban siempre al pueblo de Dios a la meditación sobre las acciones salvadoras de Dios y sobre el compromiso de la alianza
Resolver y abandonar la timidez apostólica en la que frecuentemente caemos los católicos. ¿Por qué no se hace sentir mucho más la voz de los cristianos en los ámbitos políticos, económicos, sociales, etc?
Sintetizar, para una mejor comprensión y conocimiento, el Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica con motivo del 20 aniversario de su publicación.
Testificar y transmitir ante las realidades que nos rodean el don de la fe. Sólo desde la experiencia, profunda y real, podremos dar razón de aquello que decimos sentir y creer.
Unir nuestra fe a la del Papa y a lade la misma Iglesia. Ésta no es otra que aquella que está basada en el cimiento de la roca de los apóstoles: una sola fe, un solo Dios y Padre.
Valorar la fe como un don recibido pero también como una tarea a realizar. La Iglesia, por sí misma, es misionera. Un miembro de la iglesia o es misionero o le falta algo a su fe: testimonio vivo de Jesucristo.
Web, blog y creatividad para hacer presente el mensaje de Jesús de Nazaret con las técnicas de los nuevos tiempos y con el tesoro que llevamos entre manos: la Nueva Evangelización.
Yuxtaponer en todo momento la fe a las opciones de cada día, la Palabra que ilumina a las decisiones
Zambullirse de lleno, como cristianos, en la vida eclesial. Colaborar con ella en aquello que podamos realizarnos y, sobre todo, estar orgullosos de pertenecer a la Iglesia Católica.

domingo, 4 de noviembre de 2012

PALABRAS MÁGICAS.

Existen tres palabras mágicas capaces de abrir cualquier puerta......... PERDÓN, POR FAVOR Y GRACIAS, pruébalas y verás que sí funcionan.

REFLEXIÓN


En muchas ocasiones nosotros nos convertimos en nuestros propios enemigos. No establecemos límites a nuestro malestar emocional y tendemos a buscar la causa del mismo en un agente externo, sea éste persona o ambiente. La realidad es que sólo nosotros podemos reconducir lo que nos pasa, aprendiendo a valorarnos por lo que somos y no por lo que no somos o no tenemos. Mirar en nuestro interior y reconocer que tanto emociones positivas como negativas nos enseñan el camino, es lo que hará que encontremos el tan ansiado equilibrio.

OTRA BONITA CANCIÓN PARA CELEBRAR ESTE DÍA

DERECHOS DE LOS NIÑ@S