domingo, 4 de noviembre de 2012

REFLEXIÓN


En muchas ocasiones nosotros nos convertimos en nuestros propios enemigos. No establecemos límites a nuestro malestar emocional y tendemos a buscar la causa del mismo en un agente externo, sea éste persona o ambiente. La realidad es que sólo nosotros podemos reconducir lo que nos pasa, aprendiendo a valorarnos por lo que somos y no por lo que no somos o no tenemos. Mirar en nuestro interior y reconocer que tanto emociones positivas como negativas nos enseñan el camino, es lo que hará que encontremos el tan ansiado equilibrio.

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